La conciencia ecológica ha despertado el furor por los productos
biológicos y naturales. La piedra de alumbre, conocida desde hace siglos
pero apenas utilizada, es uno de ellos.
La piedra de alumbre, de aspecto similar
al cristal bruto, sigue dando que hablar y muchos de sus adeptos lo
dicen: utilizarla es adoptarla. Y es que, aunque provoque la
desconfianza de algunos, supone una solución a un sinfín de problemas,
entre ellos el sudor, las irritaciones y los granitos producto de la
depilación. Es natural, sana y eficaz. ¿Se puede pedir más?
La piedra de las mil virtudes
Este
mineral (sulfato doble de aluminio y potasio), cuyo nombre significa sal
en griego (als, alos), se utiliza desde hace siglos tanto para mejorar
la calidad del teñido de los tejidos como para asegurar la protección de
las casas de madera. Si hoy en día ha vuelto a suscitar interés es
porque se impone como la solución natural contra la transpiración
excesiva y el mal olor.
Aplicada húmeda sobre las axilas, la
piedra de alumbre, astringente y antiséptica, deposita una finísima capa
de sal en la piel, limitando así la sudoración y combatiendo las
bacterias que causan el mal olor. Ecológica, sana y natural, se tolera
perfectamente y asegura horas de protección gracias a su contenido en
sales de aluminio.
Gracias a estas virtudes astringentes y
antisépticas, la piedra de alumbre evita igualmente que aparezcan
granitos y pelos encarnados tras la depilación. Su poder cicatrizante es
útil para calmar el ardor del afeitado y frenar el sangrado en caso de
pequeños cortes.
La
piedra de alumbre, esté en bruto o pulida, debe aplicarse sobre la piel
previamente mojada con agua fría y aclararse después de cada
utilización. Y, al igual que sucede con un desodorante, debe ser de uso
personal. Otro consejo: hay que cuidarla de las caídas ya que se rompe
fácilmente. Por fortuna, la piedra tiene tantos formatos como virtudes,
de manera que cada uno encontrará el que más le convenga.
Un producto, varios formatos
- La piedra en bruto: es ideal para los puristas adeptos a la piedra en su forma original.
- Como bloque pulido en forma de lingote: con el aspecto de un pequeño lingote, esta versión es práctica para utilizarla en todo el cuerpo. Su único defecto es que suele escurrirse de la mano cuando está húmeda.
- Como bloque pulido en forma de cilindro: esta versión imita la forma de los desodorantes roll-on. Es cómoda y fácilmente transportable en el neceser porque viene cubierta por una funda.
- En polvo: esta forma se utiliza como talco y se aplica allí donde se quiere impedir la formación de bacterias responsables del mal olor, es decir, lo pies, las axilas, los calcetines y los zapatos.
- En spray: es una versión muy práctica, fácilmente transportable en un bolso de mano y, sobre todo, menos frágil. Es ideal para hacer pequeños retoques a lo largo del día.