jueves, 6 de junio de 2013

El elefante

¡Bienvenidos al rinconcito de mi alma!

Os dejo con este cuento a modo de reflexión:

El elefante

El elefante

Cuando yo era pequeña me encantaban los circos y lo que más me gustaba de los circos eran los animales. También a mi cómo a otros... después me enteré, me llamaba la atención el elefante.

Durante la función, la enorme bestia hacia despliegue de su peso, tamaño y fuerza descomunal... pero después de su actuación y hasta un rato antes de volver al escenario, el elefante quedaba sujeto, solamente por una cadena que aprisionaba una de sus patas, a una pequeña estaca clavada en el suelo.

Sin embargo, la estaca era sólo un minúsculo pedazo de madera, apaenas enterrado unos centimetros en la tierra. Y aunque la cadena era gruesa y poderosa, me parecia obvio que ese animal capaz de arrancar un árbol de cuajo con su propia fuerza, podría con facilidad arrancar la estaca y huir.

Circo-El elefante


El misterio es evidente: ¿Qué lo mantiene entonces? ¿Por qué no huye?

Cuando tenia 5 0 6 años, yo todavia confiaba en la sabiduria de los grandes... Pregunté entonces a un maestro, a algún padre.... por el misterio del elefante.

Alguno de ellos me explicó que el elefante no se escapaba porque estaba amaestrado. Hice entonces la pregunta obvia:

- Si está amaestrado, por qué lo encadenan?

No recuerdo haber recibido ninguna respuesta coherente.

Con el tiempo me olvidé del misterio del elefante y la estaca y sólo recordaba cuando me encontraba con otros que también se habían hecho la misma pregunta.

Hace algunos años descubrí, que por suerte para mi, alguién habia sido lo bastante sabio cómo para encontrar la respuesta:

"El elefante del circo no se escapa porque ha estado atado a una estaca parecida desde que era pequeño".

Cerré los ojos y me traté de imaginar al pequeño recién nacido sujeto a la estaca. Estoy segura de que en aquel momento el elefantito empujó, tiró y sudó tratando de soltarse. Y a pesar de todo su esfuerzo no pudo... La estaca era demasiado fuerte para él.

Juraría que se durmió agotado y que al dia siguiente volvió a probar, y también al otro y al que seguía... Hasta que un dia, un terrible dia para su historia... el animal aceptó su impotencia y se resignó a su destino.

Este elefante enorme y poderoso no escapa porque cree que no puede...

Él tiene el registro y recuerdo de su impotencia, de aquella impotencia que sintió poco después de nacer. Y lo peor es que jamás ha vuelto a cuestionar seriamente ese registro de su memoria.

Jamás, jamás... intentó poner a prueba su fuerza otra vez.

Muchos de nosotros al igual que este elefante vamos por el mundo atados de muchas estacas que nos restan libertad.

Vivimos creyendo que hay muchas cosas que "NO PODEMOS" hacer, simplemente porque alguna vez probamos y no pudimos.

Grabamos en nuestro recuerdo:

"No puedo... no puedo y nunca podré..."

Crecimos portando este mensaje que nos impusimos a nosotros mismos y nunca más lo volvimos a intentar.

¿Cuál es la estaca en tu vida que te ata e impide lograr tus sueños, metas y anhelos...?

Recuerda, la única manera de lograr algo, es intentándolo otra vez, poniendo en el intento todo tu corazón.

Cuando la marcha se pone tenaz, los tenaces se ponen en marcha.

Un abrazo
Rosa Macías